domingo, 12 de junio de 2011

Un sombrero de 21 vueltas


Ya sé que colgué el mes pasado esta entrada pero ha desaparecido del blog por arte de magia, así que la cuelgo otra vez y esta vez se la dedico a Eduardo y a todos los que hacen posible el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva.

Si hay algo típico típico de Colombia, convertido ya en todo un símbolo nacional, ese es el sombrero vueltiao. Originario de la cultura sinú, está elaborado con la fibra natural de una palmera conocida como caña de flecha que crece en las riberas de ríos y ciénagas de las regiones costeras del Caribe. Dicen que este sombrero no sólo sirve para amainar el sol sino para elevar el orgullo. Toma ya.

Utilizado hace más de 2.000 años por los cultivadores de maíz para protegerse del sol, el sombrero vueltiao se distingue por su armoniosa combinación de fibras blancas y negras, dando lugar a figuras geométricas llamadas "pintas" que simbolizan elementos religiosos y totémicos de la cultura sinú y que llevan nombres tan sugerentes como "ojo de sardina", "granito de arroz", "pechito del grillo", "corazón de abanico", "mano del gato", "atravesao" o "diente de burro". Menuda imaginación. Antes, estas pintas identificaban al trenzador, su familia o el clan, pero hoy sólo se conservan las más fáciles de hacer y otras nuevas que se van inventando los trenzadores. Ayyy, la modernidad y el progreso...

¿Queréis saber cómo se fabrican estos sombreros? Pues os lo cuento. De la caña de flecha se saca la fibra. La que se quiere teñir se sumerge durante tres días en barro para posteriormente lavarla y llevarla a cocinar en una olla de cerámica con hojas de jagua, dividivi, bija y cáscaras de plátano, repitiendo el procedimiento hasta que la fibra tome un color negro brillante. La que no se tiñe, la de color blanco, se somete a una cocción con cogollos de caña agria y se seca al sol. Tras este complejo proceso de raspado, pulimento, clasificación, deshidratación, cocción y coloración de las fibras, los artesanos proceden a trenzar el "vueltiao".

La calidad del sombrero se mide por el número de vueltas pares de fibra que se trenzan. El más caro es el de 21 vueltas. Hay sombreros de 23 y 27 vueltas pero estos ya no se hacen de fibra sino de hilo. El de 21 vueltas no necesita ni de hilos ni de costuras para su elaboración y se deja doblar y reducir su tamaño para transportarlo, además de ser el único que al soltarlo vuelve a su tamaño tradicional.

Los "vueltiaos", llamados así por el recorrido en espiral que hace la trenza, se cosían antes a mano por los hombres con hilo de maguey. Luego pasaron a coserse con hilo de bola y ahora se hacen con máquinas de coser, hilo de caucho y de nailón. Casi toda la familia participa en la elaboración del sombrero.

Y para terminar algunos trucos para colocárselo. El hombre avispao, dinámico y despierto usa el sombrero con el frente alto hacia un lado como queriendo decir "dispuesto a lo que sea". El enamorado levanta ambas alas de los lados del sombrero y el sabanero lo usa jalao en la parte trasera. Y tú, ¿cómo te lo colocarías?

Os dejo un vídeo en el que se explica cómo hacer estos sombreros

http://www.youtube.com/watch?v=XtfG2ozkXn4

4 comentarios:

  1. Toya, tu deberías publicar esto para promover turismo en Colombia. Hacer un libro de todo tu blog!
    GRACIAS por querer a mi Colombia.

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  2. Gracias a ti por leer y disfrutar de este blog

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  3. Entretenido y educativo, así es tu blog, toma ya.

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  4. Me gusta que mi blog te parezca entretenido y educativo; eso es lo que trato precisamente de conseguir. Muchas gracias por la atención que le estás dedicando y por todos tus comentarios...

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