Nunca pensé que la ausencia y la distancia pudieran doler tanto. No hay día que no recuerde a los míos y a mi tierra. No hay día que no me acuerde del mar y del sol de mi ciudad. Ahora entiendo qué es eso de la saudade. Pero me consuela pensar que cuando regrese todos estarán ahí y yo tendré mil cosas que contarles.
Mientras, seguiré descubriendo esta fascinante ciudad que me hace sentirme tan viva, tan querida y con tantas ganas de hacer cosas. ¡Gracias Bogotá!
eres afortunada, no lo olvides!!!!
ResponderEliminarLo sé Juanjo, lo sé....
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ResponderEliminarCiento lo mismo, pero a la inversa, por que estoy aquí en tu patria, conociendola, gozandola, viviendola, en fin......., pero extraño tanto mi hogar, que cuando regrese, tendré frita a mi familia y amigos contándoles mis vivencias en esta querida España.
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