martes, 28 de febrero de 2012

Susúrrale al oído

La de la foto soy yo. ¿Y dónde estoy? En el Cementerio Central de Bogotá. ¿Y qué hago? Pedir un deseo. ¿A quién? A Leo Kopp. ¿Y por qué? La tradición asegura que si le susurras al oído lo que necesitas a la estatua de bronce que hay en su tumba -inspirada en El Pensador de Rodin- él te ayuda a conseguirlo. ¿Y qué le pedí? Eso es secreto. Si os lo cuento no se cumple.

Leo Kopp fue un empresario alemán y judío que vino a vivir a Colombia. En 1889, junto a su hermano, fundó la Sociedad Kopp y Castello que luego se convertiría en Bavaria, en la actualidad la fábrica de cerveza más grande del país y la décima del mundo.

Cuando llegó aquí todo el mundo bebía chicha hecha con maíz fermentado. Pero él consiguió que la gente se aficionara a la cerveza, vendiéndola como una bebida más sana que curaba enfermedades del estómago y el insomnio, daba energía a los trabajadores y mejoraba la calidad de leche materna. ¿Será verdad? ¿Y por qué los colombianos tienen tanta fe en D. Leo y van al cementerio, sobre todo los lunes, para llevarle flores, arroz, comida para los pajaritos, contarles sus problemas y pedirle ayuda? En vida, y con su mentalidad europea, el empresario ayudó a mucha gente y se ocupó de sus trabajadores como nadie lo había hecho hasta entonces: ayudó a construir el barrio La Perseverancia en Bogotá a dos cuadras de la fábrica de cerveza para que no tuvieran que gastar en transporte, les vendió las casas con buenos créditos, abrió pozos y construyó tuberías para garantizar el agua potable. Los trabajadores quedaron eternamente agradecidos, este agradecimiento se transmitió de generación en generación y, a su muerte, el mito y el rito fueron alimentándose por sí solos: la gente empezó a visitar su tumba y continuó pidiéndole favores. Yo, por si acaso, le susurré el mío al oído. ¿Y tú? ¿Ya lo has hecho?


jueves, 23 de febrero de 2012

Los rostros de Lucho

Valentín tiene más de setenta años. Se levanta cada mañana antes de que salga el sol, cruza Bogotá de una punta a la otra, sube a los cerros y regresa a la ciudad cargado de ramas de eucalipto que vende en las calles. Así un día tras otro. Lleva trabajando sin descanso desde los siete años, ha perdido sus dientes pero nunca su sonrisa. Mi amigo Lucho Mariño lo ha fotografiado. Aquí tenéis su rostro, su piel, toda una vida marcada en cada una de sus profundas arrugas. 

El de abajo es Walter y recorre con su zorra Bogotá. David lleva viviendo debajo de la autopista desde los diez años y bebiendo alcohol etílico mezclado con agua; Gabriel de Jesús pasa los días pidiendo una ayuda a la salida de la iglesia sentado en su silla de ruedas. También están Pacho, Rosendo, Luis, Álvaro... Hace dos años, Lucho hizo su primer retrato en la calle de uno de estos amigos invisibles, como él los llama, que están siempre a nuestro lado, pero que todo el mundo evita. Y desde entonces no ha parado. Le fascinan sus miradas y con sus fotos quiere revelar la esencia de esta, para él, maravillosa gente.

Apasionado de la arquitectura y el café, Lucho nació en Barrancabermeja, en el departamento de Santander, y lleva más de veinte años con su cámara a cuestas. Publicidad, obras de arte, alimentos y ahora estos retratos que, a mí, me dejan sin respiración. Y a vosotros, ¿qué os parecen?

Aquí podéis ver más fotos de Lucho.


martes, 21 de febrero de 2012

Sumapaz: mi primer artículo para Proexport

¡Buenos días a todos! Ya está colgado en la red mi primer artículo para Proexport como Bloguera Oficial. ¿Y de qué he escrito? Sobre Sumapaz, el páramo más grande del mundo que está muy cerquita de Bogotá, donde estuve de excursión hace unos días y que me hizo enamorarme un poquito más de Colombia. El sitio es precioso, caminamos entre las lagunas, vi mis primeros frailejones, águilas, patos y ¡hasta una cabra -Benedicto- que nos acompañó todo el camino!

Como os contaba el otro día nos hemos comprometido con Proexport a enviar al menos dos posts al mes que colgarán en la página de Colombia Travel. Los artículos que sean más leídos y que generen más tráfico serán premiados con viajes por toda Colombia, así que, ya sabéis, ¡¡a leerme, por favor, que deseo con todo mi corazón recorrer este país y escribir sobre él!! Además, quiero enseñarle al mundo que el único riesgo que tiene Colombia "es que te quieras quedar", como me ha pasado a mí. Ojalá podáis ayudarme. Muchas gracias.

Podéis pinchar aquí para leer mi artículo. 

domingo, 19 de febrero de 2012

En bici por Bogotá

De España echo de menos muchas cosas: mi familia, los amigos, la comida, el mar y ¡mi bicicleta! Cuando vivía allí la sacaba a diario para ir de paseo y a trabajar; ahora la cuida mi amiga Maricruz a la que desde aquí mando miles de besos. 

Llevo pocos meses en Bogotá y lo de salir en bici sola todavía no me atrevo; no conozco bien la ciudad y el tráfico aquí es de locos. Así que el otro día, para quitarme las ganas bicicleteras, decidí acompañar a Mike Ceaser -compañero en el programa Official Bloggers de Proexport- a uno de los recorridos que organiza con su empresa Bogota Bike ToursMike es californiano, periodista como yo y llegó a vivir a Colombia hace dos años después de dar vueltas por media Lationamérica. 

Nos encontramos en el local que tiene en La Candelaria, barrio histórico de Bogotá. Agarramos nuestras bicis y nos ponemos en marcha. En el grupo hay gente de Estados Unidos, Canadá, Australia, Holanda. Nuestra primera parada es el Chorro de Quevedo: dicen que fue aquí donde Gonzalo Jiménez de Quesada fundó la ciudad. De allí, directos a la Plaza Bolívar. ¡Sorpresa! Hoy es día de mercado campesino y comemos de todo: lulos, aguacates, agua de coco, almojábanas, mangos, mangostinos, dulces.... Menos mal que nos quedan unas cuantas horas en bici por delante para quemar toda esta ingesta de calorías. 

Bajo un sol de justicia enfilamos la Séptima, la carrera con más tráfico de Bogotá y que recorre la ciudad de norte a sur. ¡Qué locura! Los coches y los autobuses me pasan rozando. Menudo subidón de adrenalina. Abstenerse corazones delicados. Menos mal que pronto giramos a la derecha y la avenida Jiménez nos lleva directos hasta la Plaza de San Victorino, puro centro de Bogotá donde se encuentra de todo y muy barato. Hay gente subiendo, gente bajando. Cómo me gusta montar en bicicleta, sentir la ciudad al ritmo de mi pedaleo. Tengo que comprarme una. Pasamos frente a la antigua estación de tren que hace mucho dejó de funcionar; ahora sólo sale desde allí algún tren turístico. Llegamos al barrio de Santa Fe. Uyyy qué olor tan rico. ¿Dónde hemos parado? Se abre una puerta y entramos al Café de la Fonda, con tostadero incluido. Qué sitio tan encantador; prometo volver con más calma.

Nuestra próxima parada es el Cementerio Central. Aparcamos las bicis en la puerta y paseamos entre esculturas, bronces y mausoleos. Mike nos cuenta mil y una historias. Una vuelta por Teusaquillo, el que fuera uno de los barrios más ricos de Bogotá, parada en la Plaza de Toros, regreso a La Candelaria, subida por la Calle del Embudo, repleta a esa hora de cerveza y estudiantes, y fin del paseo. Han sido más de cuatro horas pero se me han pasado volando. ¿Te gusta montar en bici y quieres conocer mejor Bogotá? Este es un estupendo plan; a mí me  ha encantado el paseo.

jueves, 16 de febrero de 2012

COLOMBIA, tierra de luz

Hace meses, cuando empecé con este blog hice una firme promesa: no hablar de política ni de religión. Pero las promesas, a veces, se rompen si hay un buen motivo para ello y yo lo tengo. El sábado pasado más de 35.000 colombianos, encabezados por el presidente Santos, marcharon en Necoclí, en el departamento de Antioquía, para celebrar la entrada en vigor de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras por la que se prevé compensar económicamente y devolver las tierras a las víctimas del conflicto armado. Os doy un dato: en las dos últimas décadas más de 3,7 millones de colombianos han sido desplazados forzosamente, abandonando 6.6 millones de hectáreas.

Intenté asistir a esta marcha celebrada en la que ha sido una de las zonas más castigada por la violencia del último cuarto de siglo pero me fue imposible. Quién sí estuvo fue mi amigo Santiago Escobar Jaramillo quien con su cámara registró este momento histórico y crucial para Colombia. Las fotos que aquí veis son suyas. Santiago es fotógrafo, colombiano, muy comprometido con su país y recientemente ha puesto en marcha un nuevo proyecto, Colombia, tierra de luzque busca realizar una serie de actos simbólicos de reparación a las víctimas de la violencia y las personas en condición de desplazamiento en diferentes lugares de Colombia, a través de la fotografía y el arte. Un grito frente a tanto silencio y desinterés. Santiago estuvo en Necoclí el fin de semana pasado y en los próximos meses viajará con su cámara a otras zonas afectadas como Bahía Portete en La Guajira; Manzaneres en Medellín o Cazucá, en Bogotá.

¿Cómo se puede reparar a las víctimas de la violencia y el desplazamiento forzado en Colombia? Santiago lleva años reflexionando a través de su trabajo sobre este tema con intervenciones como Pueblo fantasma, con la que colocó en varios puntos del país casitas piramidales blancas para recordar los poblados solos y desprovistos de uso que quedan atrás como pueblos fantasmas, o Chiminigaguas, retratos fotográficos nocturnos de ex-paramilitares, ex-guerrilleros desmovilizados y campesinos desplazados.

Enhorabuena Santiago por este magnífico trabajo. Y vosotros si queréis colaborar en Colombia, tierra de luz podéis hacerlo aportando ideas, imágenes, logística, contactos o financiación. Tenéis toda la información en la web.



miércoles, 15 de febrero de 2012

El Peruviano

Diego me recibe con un gazpacho de leche de tigre con nopal acompañado de un ceviche de maíz y un pisco sour de ají mirasol. Así, nada más llegar ¿Pero quién es él? ¿Dónde estoy degustando estas delicias? ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Diego García Vela es el propietario del Peruviano, el mejor restaurante peruano de Bogotá, y yo he tenido la inmensa suerte de que me invite a probar la nueva carta porque sabe que adoro su cocina.

Este festín culinario del que hoy soy protagonista continúa con un muchame de atún y de pescado blanco aderezado con limón, aceite de oliva y unos trocitos de aguacate, en reducción de chicha morada y lomo salteado y acompañado de palmito deshilachado de la selva. Literalmente lo devoro sobre unas crujientes tostaditas de pan al horno preparadas al estilo italiano con orégano, ajo y perejil. El pescado, a modo de sashimi japonés, se deshace en mi boca. A Diego le gusta jugar, fusionar sabores del mundo, sorprender a su clientela y no seguir las reglas. Así que que, si te animas a venir a su restaurante, ponte en sus manos y déjate llevar. No te arrepentirás. Yo es lo que hago siempre. 

El menú continua con una patarashca, plato típico que en la selva peruana lo preparan con cualquier pescado de la zona. Diego ha escogido para este día un trozo de cherna que cocina envuelto en hojas de plátano o bijao, acompañado de cebollas, pimientos, tomate de árbol y chonto, servido con un timbal de plátano maduro y verde. Simplemente delicioso. De postre, un suspiro limeño a base de dulce de leche a la olla coronado con merengue italiano y con mucha canela. Qué maravilla.

En la nueva carta del Peruviano puedes encontrar arroces de la cocina chifa-peruana -que viene a ser la china-peruana-, como el aeropuerto, mezcla de pasta y arroz con chicharrón de pollo en reducción de chicha morada, el tapado con lomo de res, cebolla, aceitunas, huevo duro y ají panca o el de pato con un adobo de hierbas verdes y un toque de mandarina y ají amarillo. ¿Rico verdad? Pues aquí no acaba la cosa: Diego prepara como nadie el ceviche de pato; el pollo a la brasa adobado con romero; el cerdo macerado en canela y ají panca; la parihuela, que es una sopa de pescado; el aguadito de pollo, típico de las fiestas navideñas; el tacacho de la selva con langostinos (en la foto de abajo); el locro de langostinos y camarones; los ceviches, los tiraditos. Y tantos platos más. 

Yo después de este sabroso y enriquecedor viaje gastronómico por el Perú, y como es costumbre en mi país, me voy a dormir la siesta o, como dirían aquí en Colombia, llegó la hora de la lochita. Pero antes ¿quieres que te reserve una mesa en el "Peruviano"? 

Peruviano
Calle 71 / 5-75. Bogotá
Reservas: 3177410


martes, 14 de febrero de 2012

Lecciones para un beso

Qué mejor día que hoy para lanzar al aire una pregunta: ¿Cómo conquistar a una mujer? Difícil cuestión si además quién se la plantea es un chico de 14 años, tímido, recién llegado a Cartagena de Indias desde Bogotá y enamorado perdidamente de una deslumbrante quinceañera. Inexperto en esto del amor, Alejandro le pedirá ayuda a tres clientes del restaurante de su mamá: un romántico, un mentiroso y un materialista, interpretado por el adorable Salvo Basile.

Este es el argumento de Lecciones para un besoópera prima de Juan Pablo Bustamante que fue vista el año pasado por más de 90.000 espectadores en todo el país. Con la recaudación conseguida con esta comedia romántica para hombres, el joven director colombiano -quien pulió el guión con la ayuda de García Márquez que quedó cautivado con la historia-, hubiera podido probar fortuna en el extranjero, pero él optó por otro camino: convertir su trabajo en la primera película en español estrenada en Facebook. Y hoy, 14 de febrero, San Valentín, es el día elegido. Precio: 99 centavos de dólar. Hora: a partir de las 20 horas de Colombia. Toda la información en: www.facebook.com/LPUBeso

¡Feliz Día de los Enamorados! y ya me contaréis qué os parece la película.


lunes, 13 de febrero de 2012

Las mujeres en el Arte

Cuando estoy por el centro de Bogotá siempre me gusta darme una vuelta por el Museo de Arte Moderno. El otro día me acerqué a ver la exposición Identidad femenina en la colección de IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) que reúne la obra de 40 artistas del XX y del XXI en un recorrido que reflexiona sobre el papel de la mujer en el arte. Os cuento mi visita. Nada más entrar, una texto me llama la atención: "Plinio el Viejo, en su Historia Natural, asegura que la pintura fue una invención femenina en la antigua Grecia". Pues no tenía ni idea, pero ahora también sé que fue la joven hija del alfarero Butades Sicyonius quien trazó sobre un muro el contorno de la sombra del rostro de su amado cuando partía para lejanas tierras. Un consejo: Nunca te acuestes sin haber aprendido algo nuevo. Yo intento no hacerlo.

Volvamos al museo y a esta exposición que en su sala de abajo exhibe la obra de fotógrafas como Grete Stern -de ella es la foto que cierra este post, Amor si ilusión, que siempre me ha encantado; Cindy Sherman -a la que admiro desde hace muchos años-; Ouka Lele -con su retrato de Alberto García-Alix en plena movida madrileña; Diane Arbus, Cristina Iglesias, Rita Martorell y Carmen Calvo, entre otras, con su obra "Has hecho de mí todo lo que querías " -en la foto de aquí al lado- y de la creo, sobran las palabras.

Subo las escaleras y, en medio de la sala, me encuentro una instalación de la artista española Susy Gómez que lleva por nombre Algunas cosas que llamaba mías. Una tela de seda color sangre dibuja un enorme círculo. Dentro, 18 figuritas de bronce de raras formas. En uno de los lados, un almohadón invita a sentarse y contemplar de cerca este espacio íntimo, pasional y misterioso. Sigo recorriendo la sala entre piezas de Soledad Sevilla, Barbara Schwaertz, Mar Solis y Elena del Rivero mientras me felicito de la interesante oferta cultural de Bogotá reflexiono sobre el largo camino repleto de reveses y obstáculos que hemos tenido que recorrer las mujeres y no sólo en el arte. ¿Qué os parece a vosotros?



viernes, 10 de febrero de 2012

Caliwood

Me encanta el cine y hasta ayer pensaba que sólo existían Hollywood Bollywood, pero mi amiga Paula Silva, que es caleña, además de una reconocida chef, anoche me habló de Caliwood y me he puesto a investigar.

Retrocedamos en el tiempo. 1971Carlos Mayolo funda en Cali, junto a sus amigos Luis Ospina y Andrés CaicedoCiudad Solar, un hito en la historia cultural de la ciudad -con cine club, sala de exposiciones y laboratorio de fotografía- centro de reunión y estimulador de sueños.

Mientras, con el dinero que gana en un desfile de moda, Mayolo compra un proyector de 16 milímetros, una cámara y sale a la calle. Con el proyector exhibe películas soviéticas, cubanas y checas de fuerte crítica social entre los obreros de los sindicatos del Valle del Cauca a los que cobra "lo de una lata de sardinas y un pan". Con la cámara filma sus primeros trabajos, muchos de ellos junto a Ospina: Oiga y vea, ambientada en los VI Juegos Paramericanos celebrados en Cali; Monserrate, inspirada en el famoso cerro bogotano; La mansión de Araucaima, en la que se traduce lo gótico al lenguaje del trópico; Agarrando pueblo, ingeniosa crítica a la representación de la pobreza en el cine y a la que ellos llaman "pornomiseria", y muchas otras más como Cali de película, Pura sangre y Carne de tu carne. En 1974 se pone en marcha la revista Ojo al Cine; empiezan a llegar a la ciudad películas de grandes directores como Fellini y Godard, se abren cine clubes y hasta se crea la Facultad de Comunicación Social de la Universidad del Valle de la que saldrán no sólo grandes cineastas sino también sonidistas y fotógrafos. Ha nacido todo un movimiento cinematográfico al que alguien acertadamente bautiza como Caliwood y que pone de moda una estética, un gozo y una ciudad.

Tras años de intensa actividad, Caliwood empieza a desinflase. Muchos de sus protagonistas abandonan Cali, se cierran cines, no se ruedan más películas. Ahora que han pasado muchos años de todo esto, ¿se puede hablar de un resurgimiento de Caliwood? Pues hay mucha gente que piensa que sí porque en Cali ha surgido una nueva generación de directores que tratan temas que ya filmaron sus precursores -el cine negro, el crimen, el vampirismo, el horror, el humor macabro -y que, como ellos, tienen un interés por hacer proyectos desde la región y realizar un trabajo alrededor de la ciudad. Nombres como Carlos Palau, Antonio Dorado, Óscar Campo, Jorge Navas, Carlos Moreno, Óscar Ruiz, Jaime César Espinosa o Andi Baiz -quien ahora tiene en cartelera La cara oculta- trabajan, claro está con otros lenguajes y otras motivaciones pero ¿tal vez inspirados por el Grupo de Cali al que pertenecieron Mayolo, Caicedo y Ospina? ¿Qué opináis vosotros?

Quiero despedirme con unas palabras de Carlos Mayolo a quien podéis ver en la foto de arriba, con camiseta a rayas, junto a Ospina. "Admiro el cine, porque parece un ave que vuela y al mismo tiempo empolla lentamente una verdad. Nada puede explicar lo claro. Sólo el cine, con esa pereza metódica (pereza metódica es esperar a que pase una nube para filmar con doscientos extras) va acumulando o juntando lo suelto, lo que no se sabe, hasta volverlo una sola cosa expresiva que es la verdad".

¡Ah! Y no os perdáis este vídeo de La mansión de Araucaima para haceros una idea de lo qué es eso del gótico tropical.

miércoles, 8 de febrero de 2012

¡Ya soy bloguera oficial de Proexport!

¿Sabías que Colombia es el primer país del mundo que ha puesto en marcha una comunidad de blogueros para ayudar a promocionar el turismo? El programa se llama Official Blogger Colombia.Travel, lo organiza Proexport -que viene a ser como un ministerio de Turismo- y yo tengo la suerte de pertenecer a este grupo de extranjeros que, durante un año, nos dedicaremos a escribir sobre este maravilloso país en el que cada día vivo más contenta.

¿Y cuál es el motivo principal para poner en marcha esta novedosa iniciativa digital? Ayer lo dijo bien claro la presidenta de Proexport, María Claudia Lacouture: "La tendencia del turismo internacional muestra que cada día los viajeros basan sus decisiones de viajes en experiencias que leen en publicaciones digitales, especialmente en blogs". Uyyy. Menuda responsabilidad la mía, pero estoy dispuesta a asumirla.

En total somos ocho blogueros de Estados Unidos, seis de España, cuatro de Brasil, tres de Reino Unido, tres de Francia, dos de Alemania, dos de Australia y uno de Bélgica, Austria, Canadá, Perú más un colombiano residente en Canadá. Ahí nos veis a todos en la foto en el acto de presentación que tuvo lugar el martes en el Hotel de La Ópera de Bogotá y en el que tuvimos juegos, desayunos y otras muchas actividades. Yo soy la de la fila de detrás a la derecha y estoy junto a mi gran amigo, el también español y bloguero Dani Meroño. ¿Se me ve feliz, verdad? Es que no es para menos: para mí es un honor que hayan pensando en mí para que cuente a todo el que me quiera leer las miles de cosas que he descubierto y que me quedan por descubrir de Colombia.

¿Cómo vamos a trabajar? Nos hemos comprometido a enviar al menos dos posts al mes que colgarán, a partir del 25 de febrero, en la página de Colombia Travel. Los blogs que generen más tráfico serán premiados con viajes por toda Colombia, así que, ya sabes, ¡¡a leerme, por favor, que deseo con todo mi corazón recorrer este país y escribir sobre él!! Además, quiero enseñarle al mundo que el único riesgo que tiene Colombia "es que te quieras quedar", como me ha pasado a mí. Ojalá puedas ayudarme. Gracias de antemano.

martes, 7 de febrero de 2012

Mojarra para comer y bailar

Hoy os quiero hablar de dos mojarras: la que se come -en la foto- y la que se escucha y, por supuesto, se baila. ¿Por dónde empezamos? Pues creo que dada la hora que es, y evitando un ataque incontrolado de hambre del que no respondo, mejor comencemos por la segunda. ¡Allá vamos! Su nombre completo es La Mojarra Eléctrica y es una banda de música colombiana muy conocida y que a mí me gusta mucho. ¿Y a qué suenan? En su web ellos mismos se definen como el nuevo sonido afrocolombiano. ¿Y cómo lo consiguen? Mezclando instrumentos y cantos tradicionales del Pacífico y el Caribe -bullerengue, chirimía, currulao- con el rap, el reggae, el funk o el jazz. El resultado: una descarga eléctrica con todas las de la ley. Estos músicos -liderados por Jacobo Vélez-, empezaron a tocar en una esquina de la calle 19 con Séptima -en pleno centro de Bogotá-, de ahí saltaron a los bares y directos como un cohete a la fama. No les perdáis la pista. Abajo os dejo un vídeo.

¡Y ahora sí! A chuparnos los dedos con la mojarra frita, delicioso plato típico de la costa colombiana y que se come acompañado de patacón -platano frito-, suero costeño -crema hecha con leche, sal y limón-, arroz con coco y ensalada. ¡Lo sabía! ¡Se me hizo la boca agua! ¿Qué hago, sigo escribiendo o me voy directa a la cocina a saciar este hambre voraz? Está bien, aquí me quedo fiel a mis lectores. Os cuento que probé la mojarra no hace mucho con mi amigo Alejo en un restaurante de comida costeña en Bogotá que os recomiendo: Carmen de Bolívar. El pescadito en cuestión me lo comí con las manos -como dios y la tradición mandan- y me supo a gloria bendita. Mamá, no me regañes pero es que o te lo comes así o no sabe igual. No quiero ni imaginarme cómo tiene que ser lo de saborear un pescadito de estos a orillas del mar oyendo a La Mojarra Eléctrica. ¿Alguien me lleva? Y de vosotros ¿a quién le gusta alguna de estas dos mojarras, o las dos, como a mí?



domingo, 5 de febrero de 2012

Arriba, abajo

Antes de llegar a Colombia para mí refajo no había más que uno: el que veis en la foto a modo de falda de vistosos colores y primorosos bordados y que en mi tierra, Murcia, se mueve a ritmo de jotas, parrandas malagueñas. O sea, bailes, bailes y más bailes. Hasta tenemos una canción que sonrojaba en su día a los más mayores y que dice "Arriba, abajo, que a mi novia le he visto el refajo. Abajo, arriba, que a mi novia le he visto las ligas".

Pero ha sido llegar a Bogotá y otro refajo entrar en mi vida, eso sí, a modo de bebidaPerú tiene el pisco sour, Brasil, la caipirinha y Colombia, esta curiosa combinación agridulce de cerveza con gaseosa. Preparar un refajo no tiene mayor secreto:  cerveza, gaseosa dulce -ColombianaKola Hipinto o Kola Román-, al centro y para dentro. Hielo no, por favor, que lo llena de agua y le cambia el sabor. Con el nombre de Cola y Pola se llegó a comercializar el refajo en lata y botella pero no gustó nada y pronto lo sacaron del mercado porque el bueno es el que se hace en casa, en una jarra, y en las proporciones deseadas según el día. Hay quienes le agregan otras bebidas -como ron aguardiente (entonces se le llama submarino)-, pero el refajo no está pensado para emborrachar sino, entre otras muchas cosas, para quitar el guayabo versus resaca y, la verdad, funciona a las mil maravillas ya que, por un lado, hidrata, y, por otro, mantiene una cierta dosis de alcohol en el organismo mientras el malestar se esfuma.

¿Y esto del refajo de dónde viene? Cuentan que los ingleses, allá por el XVII, empezaron a mezclar limón almibarado con cerveza de mala calidad. La mescolanza se fue refinando y mejorando hasta que se consiguió el shandy que hoy en día se toma con ginger, soda o gaseosa. Existen bebidas parecidas en Bélgica, Francia, Estados Unidos y hasta en España donde, al mezclarla con limón, la llamamos clara.

Para los colombianos este líquido invento que refresca, sana y, si te empeñas, hasta emborracha, es acompañante imprescindible de chicharrones, chorizos, empanadas, morcillas, papas, guacamole, carne,  arepas y qué sé yo cuántas comidas más. Y a vosotros ¿cómo os gusta tomarlo? Si es que os gusta, claro.



jueves, 2 de febrero de 2012

Bien colado, por favor

Pregunta, y no vale que contesten los colombianos que se la saben seguro: ¿Qué fruta puede llegar a pesar 4 kilos y medir 40 centímetros de alto? Una pista: empieza por la letra g. Mmmmmmm. ¡Sí! Es la guanábana y yo no sabía que existía antes de llegar a Colombia y confieso que "en persona" impresiona.

Se le conoce también como graviola o chirimoya brasileña y de ella se aprovecha todo: las semillas se utilizan para cortar los vómitos; las hojas son un excelente remedio contra chinches, piojos, trastornos de vesícula biliar, tos, catarro, disentería, fiebre, diarrea, indigestión, inflamación, hinchazón de pies y problemas cutáneos. La corteza funciona como antídoto contra intoxicaciones, las flores alivian los catarros y la pulpa se aplica en forma de cataplasma sobre las heridas para acelerar la cicatrización. Además, su alto contenido en látex ayuda a disminuir el estreñimiento crónico -por algo la llaman la fruta de la digestión-Pero lo más importante: hay estudios que aseguran que es un poderoso anticancerígeno por su alto contenido en acetogeninas. ¡Ojo! No hay nada demostrado y no existe ninguna prueba en humanos, pero se ha llegado a decir que es 10.000 veces más potente que la quimioterapia.

Remedios a parte, la verdad me pregunto quién se puede resistir a su perfumado aroma, delicioso sabor y cremosa textura parecida a la del yogur. Yo no, está claro, pero a mí como más me gusta no es en merengón sino en jugo -sin miel y sin leche condensada por favor que ya está bien dulce- pero, eso sí, como dice mi amigo Mercho, bien colado por favor, para que no esté tan espeso y quite la sed si no, no hay manera. ¿Oído cocina?

Y a vosotros, ¿cómo os gusta la guánabana?

miércoles, 1 de febrero de 2012

Las "Protografías" de Óscar Muñoz

Irene es una nueva amiga española que ha llegado a Bogotá. A las dos nos gusta mucho el arte así que el otro día quedamos para ver juntas la exposición de Óscar Muñoz en el Museo de Arte del Banco de la República.

Oscar Muñoz en uno de los nombres más importantes del arte contemporáneo colombiano y el artista con mayor proyección internacional después de Doris Salcedo. Su obra investiga temas como la luz, la fijación de las imágenes y la memoria y se mueve libremente entre la fotografía, el grabado, el dibujo, la instalación, el vídeo y la escultura.

Irene y yo recorrimos literalmente boquiabiertas de una punta a la otra la exposición a la que han llamado "Protografías" porque, como leímos, el trabajo de Muñoz se sitúa en el espacio anterior o posterior al verdadero momento decisivo en el que se fija la imagen: el"proto-momento". Una vez aclarado esto os confieso que yo nunca había oído hablar de este artista y me impactó tanto lo que vi que llevo días en internet buscando información sobre él.

Hace tiempo que Muñoz se dio cuenta de que no solamente se puede dibujar sobre papel, sino que hay otras formas de hacerlo y así lo plantea en esta exposición con sus serigrafías en polvo de carbón sobre agua a las que llama "Narcisos", inspiradas en el mito de quien muere en el vano intento de tomar para sí el reflejo de un yo no reconocido. Impresionantes. Pero había muchas otras sorpresas esperándonos a Irene y a mí: sus dibujos de carbón sobre papel de los 70, hiperrealistas y misteriosos; "Cortinas de baño", dibujos de borrosos cuerpos desnudos sobre cortinas de plástico semi-transparente y que podéis ver en la foto de abajo; "Aliento", impresión de fotoserigrafías de rostros de personas desaparecidas sobre unos discos metálicos bañados con una película grasa que permanece invisible hasta que el espectador se acerca -como hicimos nosotras- y con su propia respiración cubre de vaho las áreas no grasosas haciendo aparecer los rostros por unos segundos. Y proyecciones sobre arena, videoinstalaciones y "Fundido a blanco", retrato personal en la que los protagonistas son el propio artista, su padre y su madre.

Abandonamos el museo felices y, si cabe, más convencidas de que Bogotá es una gran capital con una interesante oferta cultural¿Quién conoce la obra de Óscar Muñoz? ¿Os apuntáis a ver la exposición? Estará abierta hasta el 12 de marzo.