martes, 21 de junio de 2011

De rumba devocional


El Yamuna es uno de los principales ríos del norte de la India, el segundo de los siete sagrados y el afluente más grande del Ganges. Cuentan que en él, el dios Krishna pasó su infancia. Yamuna es también el nombre de la madre -así se les llama- que nos ha recibido este fin de semana en Varsana, un monasterio del Movimiento Hare Krishna, ubicado en el municipio de Granada-Cundinamarca, a unos kilómetros de Bogotá. Por cierto, este monasterio fue el primero que se construyó en toda Sudamérica y aquí se han formado los líderes espirituales que han extendido el movimiento por otras partes del mundo.

Yo a los "Hare Krishna" sólo los había visto en las películas y alguna vez que me los he encontrado en algún aeropuerto o por ahí en el extranjero. Ya sabéis: cabezas rapadas al cero, túnicas de color azafrán y todo el día dale que te pego a eso de "Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare". Poco más sabía de ellos, la verdad, así que estos días me han servido para enterarme, entre otras cosas, de que la Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna fue introducida en Occidente en 1966 por Bhaktivedanta Swami, que practican el bhaki yoga -servicio devocional a Dios- y que tienen que cumplir, entre otras cosas, cuatro preceptos básicos de purificación: No practicar sexo ilícito; no tomar alcohol, drogas ni nada que se le parezca; no comer carne, huevos ni pescado y no participar en juegos de azar. Además, he aprendido también que un truly es una construcción cilíndrica en la que rezar y meditar. En Varsana hay varios -por cierto son increíbles- y están construidos en guadua, un tipo de bambú que crece en Colombia y que se le conoce como "acero vegetal" por su gran resistencia, durabilidad y fácil manejo.

El centro de retiros en el que hemos estado este fin de semana tiene una energía muy especial. Está construido en plena naturaleza, rodeado de montañas, al lado de un río, con flores por todos lados y un huerto en el que cultivan las verduras que comen y las que cocinan en los restaurantes que los "Hare Krishna" tienen en Bogotá. Allí viven los devotos -muchos de ellos jovencísimos- y las madres, pero todo el mundo que quiera puede ir de visita. Nosotras hemos pasado el fin de semana en lo alto de la finca, instaladas en una casita en la que vive la madre Yamuna que nos ha cocinado y nos ha cuidado con todo su amor. El centro tiene un programa de voluntariado así que Dani, Juli y yo volveremos muy pronto a hacer por allí alguna de las tareas y, de paso, recargar pilas.

Y ya que estábamos allí, el sábado bien temprano aprovechamos para acompañarles en todas sus ceremonias de adoración a las deidades del templo, hicimos yoga, meditamos... En fin, toda una rumba devocional para pasar el fin de semana.

Aquí os dejo el enlace por si os interesa
http://www.varsana.com/

Ah! Y la foto es del templo

1 comentario:

  1. Pues alguno tiene que estar ingresado en La Vega porque desde hace unos dias me cruzo con uno y como es normal aquí la gnte se queda mirando...muchos besos

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