Lo del tráfico en Bogotá es un verdadero infierno. Los trancones -atascos- son memorables y no hay quien se libre de ellos. Yo, sin ir más lejos, el otro día tardé más de 3 horas en recorrer no más de 50 kilómetros. La clave: mucha paciencia.
En esta ciudad viven más de 8 millones de personas, el transporte público es un caos, así que la gente prefiere moverse en su carro -coche-. A esto hay que sumar una obra en cada esquina. Os doy algunos datos: actualmente circulan por Bogotá cerca de 1 millón de vehículos, responsables del 78% de las 2,600.000 toneladas de cargas contaminantes que se arrojan diariamente al aire de la ciudad. En 2040 se calcula que habrá ¡¡4 millones!!! No me lo quiero ni imaginar.
Os contaba hace unos días que en esta ciudad se realizan 6 millones de viajes al día en buses y busetas. Hay para todos los gustos: viejos, nuevos, grandes, pequeños, sucios. Yo ya me he montado en más de uno. Eso sí, son baratísimos: menos de medio euro. Lo que me saca de quicio es el torniquete que tienen al subir y en el que siempre me quedo atrapada. Será cuestión de práctica. Por cierto, el otro día nos montamos en un bus y como no había sitio, nos pilló un trancón de los que hacen historia y no nos podíamos bajar porque estábamos lejísimos de Bogotá, pues tuvimos que estar más de una hora y media de pie y oyendo vallenato a toda pastilla. Toda una experiencia mística.
Aquí los autobuses no tienen paradas fijas, así que en una misma calle pueden parar cada medio metro: ¡Pare que me bajo!, ¡Pare que me subo! Si tienes prisa, te aseguro que éste no es tu medio de transporte. Luego está el Transmilenio, esos autobuses de color rojo - hay más de 1.200- que recorren la ciudad por unas vías especiales evitando los atascos. Su puesta en marcha hace ahora 10 años fue todo un boom.
He leído que este mes se implantará en la ciudad el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) con el que se pretende mejorar el servicio público de autobuses. A ver qué pasa.
Mientras tanto ¿alguien me presta una bici?
A ver si algún día los políticos de turno cumplen y terminan por desmontar ese rompecabezas de transporte publico que existe en Bogotá, se ha avanzado mucho con trasmilenio, que es una genial idea tomada de la original, que se dio en la ciudad de curitiba en Brazil, pero mejorada por que se implementaron los paraderos en la mediana (separador central), como el poder de los transportadores en toda latinoamerica es una leyenda, en Bogotá no es la excepción y han tratado de frenar los proyectos de modernización del sistema de transporte urbano, pero poco a poco se esta dando.
ResponderEliminarHola, vi la nota de tu blog en Yahoo! y no pude contenerme, así que eché un vistazo a la página desde el primer post y me enganchaste.
ResponderEliminarVivo en Medellín, he ido algunas veces a Bogotá por cuestión de eventos que se realizan allí y que no llegan a esta ciudad -toda una lástima-, y comparto contigo lo del trancón. Realmente hace falta un tren o un subterráneo porque la ciudad se vuelve un caos, mira que si necesito llegar al aeropuerto para volver a Medellín, toca madrugar un montón.
Me encanta que te encante el país -con lo bueno y lo malo-.
Yo seguiré poniéndome al día con los posts. Un abrazo.
Hola Cathe, mil gracias por tu mensaje y me alegro mucho que te esté gustando el blog. Por cierto, ¿dónde has visto la nota del blog? ¿Podrías enviarme el enlace? Un abrazo desde el eje cafetero. Puedes seguirme también en facebook, mi página se llama Colombia de una, y en twitter @colombiadeuna
EliminarClaro, mira el link http://co.noticias.yahoo.com/blogs/kienyke/el-blog-m%C3%A1s-visitado-en-colombia-es-una-194158131.html
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