miércoles, 31 de octubre de 2012

"Tubing" en el río Palomino

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La de la gorra azul soy yo; mi cara de felicidad no la podéis ver porque estoy de espaldas pero os puedo asegurar que cuando me tomaron la foto mi sonrisa ocupaba de oreja a oreja porque, vamos a ver, ¿habrá mejor plan que bajar un río cómodamente acoplada en uno de estos neumáticos sin tener que hacer otra cosa que relajarte, disfrutar del paisaje y dejarte llevar por la corriente?

El río en cuestión se llama Palomino, nace en la Sierra Nevada de Santa Marta -al norte de Colombia, Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad y la única en todo el mundo al lado del mar que tiene nieve perpetuas durante todo el año- y desemboca en el mar Caribe. Dicen que lleva el nombre de un sanguinario guerrero español que se ahogó en sus aguas. A saber.

Para llegar hasta donde empieza nuestra excursión hay que recorrer un trecho del Camino Real, principal acceso a la sierra de los indígenas que viven en ella. Hace mucho calor así que celebro la hora en la que llegamos a las frescas aguas del río y comenzamos nuestro descenso. Qué temperatura tan deliciosa; el cauce está cuajado de árboles: caracolíes, macondos, guayabates, palmas de cera, higuerones, ceibas y maestres, una especie que sólo crece en esta región y que puede llegar hasta los 63 metros de altura. No se oye un alma, tan sólo el sonido del agua y de las garzas y otras aves que sobrevuelan la zona. La corriente es muy suave así que el descenso es muy relajado; lo podría hacer hasta un niño. 

Todos vamos felices: Juan, Raquel, Nono, Chris y nuestro amigo californiano. Chamaco, nuestro guía y pionero en Palomino en esto del turismo y del tubing como le llaman por ahí, cuida de nosotros. Tras cerca de dos horas de relajada "navegación" desembocamos en el Caribe donde les tomo la foto. Bendito río y bendita mañana.

Contacto: Chamaco 3146160818



martes, 30 de octubre de 2012

Bahía Solano y las ballenas yubarta


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Ya está listo mi reportaje sobre Bahía Solano y las ballenas yubarta para la revista Volar de Satena. Lo podéis leer en este enlace a partir de la página 36. Ojalá os guste. Las fotos que hice en este viaje están en mi fanpage de Facebook

¿Quién de vosotros conoce Bahía Solano? ¿Y habéis visto alguna vez las ballenas? 

miércoles, 24 de octubre de 2012

El Espacio Odeón

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Construido en 1941 fue cine, sala de varietés y sede del grupo teatral El Buho y más tarde del legendario Teatro Popular de Bogotá, cuna de artistas como Fanny Mickey. Con los años, fue cerrado y olvidado hasta que el año pasado cuatro jóvenes y valientes emprendedoras colombianas decidieron después de muchos años de abandono absoluto en los que sirvió hasta de parqueadero sacar al Teatro Odeón del olvido y convertirlo en el Espacio Odeón, un interesante espacio cultural en pleno centro de Bogotá dedicado al fomento de las artes que funciona todo el año con una programación de música, cine, arte y teatro y que en octubre, coincidiendo con Artbo, acoge una feria de arte contemporáneo.


Ayer me di una vuelta con Jorge y Juan por la feria y me gustó mucho. El espacio es único con su jardín carcomido por la vegetación e intervenido para la ocasión por el artista colombiano Oscar Santillán, las escaleras en forma de caracol, y las paredes rosadas rematadas con unos coquetos arcos blancos en lo que fue el escenario y patio de butacas. Y si además los tres pisos del edificio los llenas de buen arte contemporáneo mejor que mejor. Ví mucha obra que me interesó pero si tengo que elegir sin duda me quedo con el trabajo de los cubanos Ernesto Javier Fernández (en la foto de abajo) y Juan Carlos Zaldívar, y las fotos de la serie Bookscapes del colombiano Max Steven Grossman y las de Jairo Llano. La feria ha cerrado pero el Espacio Odeón sigue abierto todo el año esperándote.



lunes, 22 de octubre de 2012

Calle esos ojos

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¿Bombing? En los 70, en Filadelfia que fue donde empezó todo este lío, se conocía con este nombre al bombardeo de los muros de la ciudad con mensajes de protesta. Los jóvenes del barrio neoyorquino del Bronx  tampoco se quedaron de brazos cruzados y empezaron a pintar como locos los vagones del metro a ritmo de rap y hip-hop: había nacido el street art.
¿Pero es lo mismo street-art y grafiti? No, claro que no: el grafiti es una modalidad del primero, mucho más amplio.

Aclarado esto tengo que reconocer que el otro día, en pleno centro de Bogotá, hice el más amplio de los ridículos. La culpa la tuve yo y nada más que yo porque vamos a ver ¿a quién se le ocurre darle un lápiz a dos renombrados artistas urbanos colombianos para que te dediquen un libro? No os podéis imaginar la cara que se me puso cuando los archiconocidos Lesivo y Toxicómano -no os asustéis, no los bautizaron así, son sus nombres artísticos- sacaron los sprays, las plantillas y me plantaron sus firmas.

El libro en cuestión se llama Calle esos ojos y reúne el trabajo de cuatro grandes del Street Art de Bogotá: de Lesivo y Toxicómano ya os he hablado; os presento a Guache y DJ Lu (en la foto de arriba). Escribo esto mientras ojeo la publicación y de verdad que me gusta mucho, como también me gusta lo que dice el poeta y escritor colombiano Darío Jaramillo en el prólogo: "Sin museos, sin galerías, acorralado por la moda y el culto a la firma, ¿dónde demonios se refugió el arte de pintar? Pues en los márgenes. En los márgenes porque el oxígeno del arte está en el margen, en la calle, en los muros".
Si os interesa el street art este libro es una joya: no sólo tiene textos y muchas fotos de la obra de estos artistas sino que además cuenta 15 stickers o pegatinas y 4 plantillas -una de cada artista -que en el argot se conocen como esténcil y que seguro calmarán la vena artística de más de uno.








viernes, 19 de octubre de 2012

En kayak por los manglares de San Andrés




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Lo que veis en la foto es una kayak de policarbonato completamente transparente. En alquiler sólo se puede encontrar en Saint Martin, en Las Bahamas, y en la colombiana isla de San Andrés donde hice la foto. ¿Me acompañas de excursión?

Víctor Sepúlveda, su hija Tammyth y la pequeña Ann Mae Leanme me recogen junto a Mónica, mi anfitriona en este viaje y alma mater de Paradise -Guía de Vacaciones, guía imprescindible no sólo de esta isla sino también de Providencia y Santa Catalina. Estamos en el Parque Regional Old Point y nos vamos de exploración por los manglares. Siempre me ha gustado remar y además hoy hace un día precioso en San Andrés así que voy feliz a bordo de esta cómoda embarcación y de fácil manejo con la que nos perdemos entre los bellos manglares. Qué paz hay en este lugar. Pero lo más impresionante es que el kayak, como os he dicho antes, es todo transparente así que mientras remo voy viendo estrellas de mar, ostras, praderas de pasto marino, caracoles, sardinas y un montón de cosas más como la medusa invertida que sólo vive en maglares y en lagunas de poca profundidad del Golfo de México y el Caribe. Nos encontramos muchas en nuestro paseo. La llaman invertida porque se pasa el día con su campana hacia abajo, a modo de ventosa, apoyada sobre el fondo marino pero con los tentáculos hacia arriba. ¿Y por qué así? La culpa la tienen unas diminutas algas que habitan en sus tentáculos, encargadas de proporcionarle oxígeno y nutrientes, pero que necesitan luz para realizar la fotosíntesis.

Si te animas, vas por San Andrés y quieres conocer los manglares a bordo de uno de estos novedosos kayaks puedes localizar a Víctor Sepúlveda en el teléfono 316 624 33 96, en su e mail ecofiwi@gmail.com o en su página de Facebook

jueves, 18 de octubre de 2012

Mi visión de Colombia, en la radio

Ayer estuve hablando de Colombia y de este blog en Murcia, mi ciudad, en el programa de radio de mi amigo Nacho Ruiz ¿Quién vigila a los vigilantes? Podéis escuchar la entrevista en este enlace, en la segunda hora, a partir del minuto 23 más o menos. ¡Espero vuestros comentarios!

martes, 16 de octubre de 2012

True Colombia



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Me entristece leer mensajes como éste que nada tienen que ver con la realidad: "Al centro de Bogotá no puedes ir sin un arma a la cintura. Si vas por la calle no te dejes abordar por ningún desconocido ni le permitas que te dé conversación porque al cabo de unos minutos te estará quitando tu dinero con una navaja en mano. Y no se te ocurra parar a un taxi en la calle porque no se detienen y si se detiene te recomiendo que no subas". Reconozco que estoy harta de oír que Bogotá es una ciudad donde no se puede vivir y Colombia un país de guerrilleros y narcotraficantes.
En mi blog y mis redes sociales lo digo bien claro: "Cansada de los tópicos típicos recorro Colombia con mi libreta y mi cámara de fotos para contarle al mundo cómo es de verdad este país". Donde voy describo la Colombia que yo conozco, en la que vivo feliz desde hace dieciseis meses; esa que me ha recibido con los brazos abiertos y me ha brindado un montón de oportunidades. Un país repleto de gente amable y emprendedora que no olvida su pasado pero que mira al resto del mundo sin complejos.
Esta tarde desde Murcia, mi ciudad donde estoy pasando unos días antes de regresar a Bogotá, hablaré sobre mi "True Colombia", la verdadera Colombia, en el programa de radio de mi amigo Nacho Ruiz ¿Quién vigila a los vigilantes? Si os apetece podéis oírme por internet a partir de las 8 de la tarde hora española -siete horas menos en Colombia- en este enlace. Sonarán cumbias y vallenatos.

lunes, 15 de octubre de 2012

Ron, ron, ron la botella de ron



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Tanto, tanto les gustaba el ron a los piratas y tan importante era en sus vidas que para sellar los charte partie o códigos de conducta, con los que estipulaban desde la compensación de los heridos hasta el reparto del botín, tenían por costumbre posar una mano sobre la Biblia y la otra encima de una botella de este dulce lícor.
Cuentan que en uno de sus viajes Sir Henry Morgan, aquí al lado lo tenéis, aterrizó en Providencia y ni corto ni perezoso ordenó que se empezara inmeditamente a fabricar ron porque no estaba dispuesto a morirse de sed. Dicho y hecho; desde entonces la colombiana isla presume de tener el mejor de todo el Caribe colombiano. ¿Qué como se llama? Ron Bushy, yo lo he probado y está muy rico.
Cuando estuve en Providencia me contaron cómo lo hacen, todo muy artesanal claro y transmitido de generación en generación: lo primero de todo es dejar fermentar en agua y durante una semana la panela o miel y luego a destilarlo. Para conseguir su característico tono dorado se mezcla con uvas pasas, canela y raíz china. Ummmm. Os aconsejo una copita de este delicioso ron para terminar una comida o empezar la noche pero cuidado porque como toda bebida de piratas es fuerte y os puede amargar el día.

viernes, 12 de octubre de 2012

Proteger a las tortugas golfinas



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Es la más pequeña de las tortugas marinas y una de las más amenazadas. De caparazón en forma de corazón la llaman golfina, lora y olivácea por el color de su piel. De julio a noviembre elige las costas del Pacífico para poner sus huevos. Yo no tuve la suerte de verlas en mi último viaje a la localidad colombiana de Bahía Solano y eso que las busqué pero tiene que ser una experiencia inolvidable presenciar el desove de estas criaturas, las de mayor antigüedad del Planeta con nada más y nada menos que 200 millones de años de evolución. Se dice pronto. Lo triste es que han logrado sobrevivir todo este tiempo y ahora se encuentran en peligro de extinción. ¿Y cuáles son sus enemigos? Los zorrillos, cerdos, perros, cangrejos, hormigas, larvas de mosca y, por desgracia, el hombre. Y es que son tan pequeñas que los nidos que cavan son poco profundos y de fácil acceso a los depredadores.

A diferencia de otras especies la tortuga golfina se reproduce sólo una vez al año con un promedio de 80 a 100 huevos con un periodo de incubación de 42 a 50 días a una temperatura media entre 30 a 34º C. Y algo sorprendente: entre los siete y los nueve años las tortugas regresarán a la playa donde nacieron para reproducirse ellas mismas. ¿Y cómo hacen para llegar hasta allí? ¿Las guíará alguna estrella? ¿Quedaron grabadas en sus caparazones las coordenadas de la playa? Misterios de la vida.  

En Colombia iniciativas para proteger y conservar a estas tortugas hay alguna que otra pero yo me quedo con el Proyecto Golfina puesto en marcha en 1994 por El Almejal Reserve & Lodge, ubicado en el Corregimiento del Valle, cerca de Bahía Solano, donde estuve alojada hace unos días para realizar un reportaje para la Revista Volar de Satena. Cerca de 85.000 tortugas se ha liberado hasta el año pasado gracias a este proyecto que contempla también la adopción por muy poquito dinero de uno de estos animalitos. ¿Te animas?

jueves, 11 de octubre de 2012

El Almejal, un paraíso en la tierra

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Una confesión para empezar el día: no me gustan los hoteles todo incluido, esos en los que nada más llegar te colocan una pulsera y a comer y beber como si se fuera a acabar el mundo. Sueño con alojamientos lujosos y exclusivos pero el presupuesto no me da para tanto así que cuando viajo intento encontrar esos rincones llenos de encanto pero asequibles a mi bolsillo en los que me quedaría días y días porque me cuidan y me hacen sentirme como en casa. Escondido en el Pacífico colombiano, en el Departamento del Chocó y cerca de Bahía Solano, existe uno de estos lugares y se llama El Almejal.

¿Y qué tiene de especial este sitio? Mil cosas. Playas en el mundo hay muchas y seguro que conocéis unas cuantas pero como la que tiene enfrente este ecolodge os puedo asegurar que no tantas. En mis viajes por el mundo pocas playas he visto tan hermosas como la de El Almejal (en la foto de abajo), inmensa, misteriosa, solitaria. Cuando baja la marea el mar se retira muy adentro y los kilómetros de oscura arena que quedan al descubierto brillan como un espejo. Hay selva húmeda tropical por todos lados, arroyuelos que bajan desde las alturas, pozos a modo de jacuzzi, rocas volcánicas. Menudo panorama.
Todo en El Almejal está pensado y hecho con amor: desde la huerta orgánica donde se cultivan vegetales e hierbas aromáticas, la cocina con las mejores recetas de la región y que incluye pescado fresco todos los días, hasta la decoración de las doce cabañas independientes dotadas con todo tipo de comodidades y de la exclusiva y privada cabaña-suite, construida a 15 metros de altura sobre el nivel del mar en uno de los mejores miradores de la zona.

Hace ya más de treinta años que Doña Elvía Vásquez se montó en Medellín junto a sus dos hijos en un avión de carga rumbo a Bahía Solano en busca de un lugar donde pasar el verano. Tanto se enamoró del lugar que compró un terreno, construyó una cabaña, y luego otra, y luego otra hasta convertir El Almejal en uno de los mejores alojamientos de Colombia y uno de los 65 casos de buenas prácticas ecoturísticas según la Organización Mundial de Turismo. Felicitaciones.

A El Almejal se va a ver delfines y las ballenas yubarta que llegan cada año desde la Antártida y Chile, disfrutar del Parque Nacional Ensenada de Utría y sus playas vírgenes, presenciar el desove de las tortugas y participar en el Proyecto Golfina puesto en marcha por este ecolodge para conservar esta especie amenazada, observar aves, navegar por los manglares, caminar por la selva. Pero sobre todo os lo recomiendo como un oasis de paz y tranquilidad y todo un paraíso en la tierra.

Por cierto, ¿a vosotros qué tipo de alojamiento os gusta cuando estáis de viaje?

miércoles, 10 de octubre de 2012

Perderse por los cerros de Bogotá

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Aquí os dejo mi artículo para el diario español El País publicado hoy sobre los cerros orientales de Bogotá a los que subo cada vez que puedo a respirar aire puro y huir del tráfico, el caos y el ruido de la ciudad. Lo podéis leer en este enlace.
La foto es de mis amigos de Caminantes del Retorno.

lunes, 8 de octubre de 2012

Les Amis Bizcochería: un dulce rincón en Bogotá


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¿Que por qué me gusta tanto Bogotá? Por muchas razones pero sobre todo porque siempre me sorprende con un nuevo lugar. Este fin de semana la sorpresa ha llegado acompañada de un delicioso olor a tortas y pan recién horneado.

Los de la foto son Sebastián -que por cierto fue director de Pastelería de la prestigiosa escuela de cocina colombiana Gato Dumas-, y Julia; falta Mariana, la tercera socia de Les Amis Bizcochería, un dulce rincón en el norte de la ciudad. Cuando las cosas se hacen con amor, entrega y dedicación se nota así que os podéis imaginar cómo saben las tartas de choclo, las medias lunas argentinas, los alfajores, las tortas, los cinnamon rolls, los roscones de nutella, las tartitas de guayaba, los alfajores y los muffins que preparan estos tres jóvenes emprendedores. Se me olvidaban las baguettes -para mí las mejores de la ciudad-, y los baguetines rellenos de tomates confitados, pimentones agridulces, queso brie, jamón serrano y hummus de berenjenas. 

El lugar es tan bonito, o más, como lo veis en la foto; tiene una luz preciosa, una energía muy especial y un acogedor y cómodo rinconcito donde probar estas delicias acompañadas de una lulada, una aromática o un té, claro que si lo prefieres puedes llevarte tu compra a casa. Abre de lunes a sábado de 8,30 a 19 horas, y ojo, mejor antes de ir haz tu pedido por teléfono porque como está todo tan tan rico puede ser que cuando llegues no quede casi de nada. 


jueves, 4 de octubre de 2012

Benditas ballenas yubarta

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Lo primero, mil perdones por la foto, está muy desenfocada pero mira que es difícil fotografiar a estas ballenas mientras entran y salen del agua. Yo lo he intentado, aunque la verdad con poco éxito, este fin de semana en Bahía Solano donde llegan todos los años desde la Antártida y el sur de Chile para aparearse, dar a luz y criar a sus ballenatos. ¿Y qué hacía yo en este rincón del Pacífico colombiano? Un reportaje para la Revista Volar de Satena.

Ayer os contaba que estas ballenas yubarta -también llamadas jorobadas- al salir a respirar a la superficie emiten un sonido muy fuerte que acompañan con un enorme chorro de hasta tres metros de altura mezcla de vapor de agua y dióxido de carbono. ¿Es eso lo que estamos viendo a lo lejos? ¡Sí, son ellas! Qué emoción, ¡Vamos a buscarlas! Nos acercamos lentamente para no molestarlas; van en pareja la mamá y el ballenato que de bienvenida nos regala un impresionante salto que me deja sin habla. Como os decía ayer la yubarta es la más acrobática de todas las ballenas y le encanta dar saltos, pero ¿por qué lo hace? Los científicos no se ponen de acuerdo; unos hablan de estrategia de cortejo, otros de intento para ubicarse; algunos aseguran que al chocar con el agua buscan quitarse las algas, plantas y parásitos que tienen pegados a sus lomos. Quién sabe.

Los grupos de ballenas con crías generalmente salen a la superficie a respirar cada 3 ó 5 minutos. Mientras las esperamos todos a bordo permanecemos en completo silencio y con las cámaras de fotos preparadas. ¡Ahí están de nuevo! Son impresionantemente grandes. El ballenato tiene un adorable color rosado, dan ganas de tirarse al agua y abrazarlo. 

A la mañana siguiente vamos de excursión al Parque Nacional Natural Ensenada de Utría, sin duda uno de las más bellos de Colombia, más biodiversos y también más lluviosos del mundo y del que prometo escribir mañana. Las aguas de la ensenada son muy tranquilas y de un profundo color verde esmeralda. Hoy estamos de suerte: vemos a otra mamá ballena con su ballenato al que enseña amorosamente sus primeras lecciones de supervivencia: nadar, respirar, dar saltos. No se despegan el uno del otro, se mueven literalmente pegados. Se sumergen, desaparecen, aparecen de nuevo y nosotros no hacemos otra cosa que esperarlos. Me quedaría horas y horas contemplándolos pero toca dejarlos tranquilos y regresar a Bahía Solano. Benditas ballenas yubarta.


miércoles, 3 de octubre de 2012

Y vi a las ballenas yubarta

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Muchos habéis visto ya esta foto; la tomé este fin de semana en Bahía Solano, una pequeña localidad del departamento colombiano del Chocó, en pleno Pacífico, donde he ido a hacer un reportaje para la revista Volar de Satena. Lo que veis saltando es un ballenato y aunque está un poco lejos porque mi cámara a falta de un buen objetivo no dio para más ¿impresiona verdad? 

Tras una larga travesía de cerca de 9.000 kilómetros desde la Antártida y el sur de Chile -la migración más larga de un mamífero a excepción de nosotros los humanos claro-, las ballenas yubarta llegan en julio a las cálidas y tranquilas aguas del Pacífico colombiano para aparearse, dar a luz y criar a sus ballenatos. Suelen estar unos cuatro meses y yo he tenido la inmensa suerte de poder verlas. 

Estas ballenas son las terceras más pesadas y las cuartas más largas de todas las que existen y pueden llegar a medir entre 12 ó 16 metros y pesar de 25 a 40 toneladas. Se les llama también jorobadas por el pequeño montículo en el que tienen la aleta dorsal además de por la costumbre de arquearse al iniciar la inmersión. Una curiosidad: ¿sabíais que las ballenas son los animales más grandes que han existido, incluso más que algunos dinosaurios como el braquiosaurio o el diplodocus? Yo no tenía ni idea. 

Tengo un montón de cosas más que contaros de estos mamíferos tan especiales. Los ballenatos, como el que veis en la foto, nacen de cola para aprovechar hasta el último momento la sangre oxigenada de la placenta, con un peso de entre 680 kilos y una tonelada y miden de 4,4 a 6 metros. Durante los primeros meses se alimentan de la leche materna que les da la grasa necesaria para emprender el regreso a las heladas aguas antárticas.

Estas ballenas no tienen dientes sino un montón de pliegues en su garganta con la que expanden asombrosamente su boca para poder tragar así enormes cantidades de agua y filtrarla a través de sus cientos de barbas de queratina dejando sólo dentro el alimento que consumen. ¿Y qué comen? Pescado pequeño y sobre todo krill, un diminuto crustáceo que sólo encuentran en la Antártida por lo que aunque cueste trabajo creerlo los meses que pasan en las costas colombianas no prueban bocado y tan sólo viven de sus reservas de grasa.  

Al salir a la superficie a respirar emiten un sonido muy fuerte y producen por su espiráculo una especie de chorro mezcla de vapor de agua y dióxido de carbono y que alcanza una altura de unos 3 metros. Y gracias a este chorro en forma de nube y a su nadar lento es posible verlas en la distancia.

La yubarta es la más acrobática de todas las ballenas y es todo un espectáculo ver uno de sus saltos fuera del agua como el de la foto, un comportamiento que los científicos aún no se explican del todo: ¿Un intento para ubicarse? ¿Quitarse las algas, plantas y parásitos de sus lomos al chocar contra el agua? ¿Una estrategia de cortejo? Yo no tengo ni idea por qué lo hacen pero os aseguro que me emocioné al verlo. Mañana os lo cuento

lunes, 1 de octubre de 2012

Don Julio y sus sabores del Pacífico

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Os presento a Julio Ruiz, aquí a la izquierda, originario del departamento colombiano del Chocó -de donde por cierto acabo de regresar y del que tengo un montón de cosas que contaros- y primer propietario de Sabores del Pacífico, uno de mis restaurantes preferidos de Bogotá para comer todo lo que tenga que ver con el mar y los ríos: camarones, langostinos, truchas, bagres, mojarra, pargo rojo, róbalo, arroces y la especialidad de la casa, las cazuelas. La de mariscos dicen que es la mejor de la ciudad y a muchos les gusta tomársela "envenenada", es decir mejorada con un chorrito de brandy y si es marca El Campeador pues mejor. Yo todavía no la he probado pero prometo daros todo lujo de detalles cuando lo haga. 

En la carrera 4, entre las calles 20 y 22, en pleno centro, hay más restaurantes de comida del Pacífico pero yo me quedo con éste abierto hace más de veinte años que por fuera parece un local de algún pueblito perdido de la costa y por dentro está bellamente decorado todo de blanco y rojo con sus paredes pintadas con sugerentes murales de buzos, sirenas, pescadores y tiburones y otros como el de Don Julio o el de abajo, que consiguen que huelas a mar. 

La semana pasada estuve almorzando aquí y mí menú fue muy sencillo pero delicioso: mojarra frita, patacón, ensalada y arroz con coco. Sólo me faltó poderme mojar los pies y mancharme un poquito de arena. Eso hubiera sido lo máximo pero he tenido la suerte de haberlo hecho este fin de semana en Bahía Solano donde he ido en busca de paz y de las ballenas jorobadas. Mañana os cuento este nuevo viaje.