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Los que conocéis Colombia o vivís aquí seguro que habéis visitado o por lo menos oído hablar de Barichara y Villa de Leyva, dos preciosos y turísticos pueblos coloniales en donde yo, como española que soy, cada vez que voy me siento en toda mi salsa. Pero y Cucunubá, ¿os suena de algo? Yo no había oído este nombre en mi vida hasta que el otro día Luigi nos descubrió a Paula -de quien por cierto son estas fotos- y a mí esta preciosa localidad, muy cerquita de Bogotá y pegadita a Ubaté, que nada tiene que envidiar a las de arriba pero, que no sé por qué, es mucho menos visitada y en la que, por cierto, nació el político Jorge Eliécer Gaitán, cuyo asesinato el 9 de abril de 1948 provocó un levantamiento popular en todo el país. Aquí podéis leer su historia.
Los que conocéis Colombia o vivís aquí seguro que habéis visitado o por lo menos oído hablar de Barichara y Villa de Leyva, dos preciosos y turísticos pueblos coloniales en donde yo, como española que soy, cada vez que voy me siento en toda mi salsa. Pero y Cucunubá, ¿os suena de algo? Yo no había oído este nombre en mi vida hasta que el otro día Luigi nos descubrió a Paula -de quien por cierto son estas fotos- y a mí esta preciosa localidad, muy cerquita de Bogotá y pegadita a Ubaté, que nada tiene que envidiar a las de arriba pero, que no sé por qué, es mucho menos visitada y en la que, por cierto, nació el político Jorge Eliécer Gaitán, cuyo asesinato el 9 de abril de 1948 provocó un levantamiento popular en todo el país. Aquí podéis leer su historia.
El nombre de Cucunubá me encanta, así, onomatopéyico, sonante y con mucha personalidad. Y a vosotros, ¿también os gusta? Cuentan que en lengua indígena significa semejanza de cara en referencia a uno de los cerros cercanos que asemeja a un rostro humano. Vaya usted a saber porque otros lo traducen como aroma de flores. Lo que tengo claro es que llamándose así -Cu-cu-nu-bá- tenía que ser un lugar especial y os aseguro que lo es. Aquí todas las casas son inmaculadamente blancas con las puertas y ventanas pintaditas de verde y las calles empedradas al más puro estilo colonial. No podía faltar la plaza, el parque y la iglesia que guarda la imagen del Divino Salvador a la que atribuyen algún que otro milagro.
A Cucunubá hay que ir a pasear, comprar sus célebres y calentitos tejidos de lana virgen, comer queso, jugar al tejo -declarado deporte nacional-, conocer las minas de carbón, atravesar campos hasta arriba de vacas, llegar hasta cercanas lagunas como la de Suesca o simplemente descansar, tumbarse a la bartola y no hacer nada. Y si la visita es en octubre sería un pecado perderse Festilana, el festival de la lana, mágico encuentro con los artesanos. ¿Quién se anima?
A Cucunubá hay que ir a pasear, comprar sus célebres y calentitos tejidos de lana virgen, comer queso, jugar al tejo -declarado deporte nacional-, conocer las minas de carbón, atravesar campos hasta arriba de vacas, llegar hasta cercanas lagunas como la de Suesca o simplemente descansar, tumbarse a la bartola y no hacer nada. Y si la visita es en octubre sería un pecado perderse Festilana, el festival de la lana, mágico encuentro con los artesanos. ¿Quién se anima?
Hola Toya :)
ResponderEliminarTe cuento que en nuestro último viaje a Colombia estuvimos a punto de visitar Cucunubá, pero por distintas razones no fue posible :(
Espero que del siguiente viaje no pase.
¿No tomaste fotos con tu flamante cámara :)?
Un abrazo enorme.
Buenos días! El próximo viaje tenéis que ir a Cucunubá, es precioso!!!
EliminarMe llevé la cámara pero cuando fuimos a esta excursión me la había dejado en casa, pero bueno, menos mal que Paula llevaba la suya.
Besos y feliz día!
El lunes pasado (25 de marzo) te escuché a través del programa radial de Caracol A vivir que son dos días y después de saber la descripción del pueblito, este martes me fui temprano y disfruté mucho Cucunubá, subí a la capitalla, tomé muchas fotos. Gracias. Endri Torres.
ResponderEliminarHola Endri, qué maravilla que siguieras mi recomendación y te acercaras hasta Cucunubá, ese sitio es precioso. Mándame alguna foto que la vea por favor
Eliminartoya67@hotmail.es
Un abrazo desde Bogotá
Ya lo conocimos, lo teníamos pendiente desde que leí esta entrada.
ResponderEliminarEs bonito, una Villa de Leyva versión mini.
Fuimos un viernes, cogimos transporte hasta Ubaté y de allí hasta Cucunubá. No había nada abierto, paseamos por el pueblo y su plaza disfrutando de la tranquilidad, sus paisajes y su entorno.
Gracias Toya.
Sí, yo siempre pienso también que es una versión en pequeñito de Villa de Leyva
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