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Todo comienza con una foto en blanco y negro tomada en 1908 por el antropólogo Thomas Whiffen a un grupo de niñas de la etnia okaina con sus cuerpos pintados que el fotógrafo inglés Piers Calvert ve en una exposición de Bogotá muchos años después. Inmediatamente le viene a la cabeza una pregunta: ¿Seguirá habiendo en Colombia indígenas que adornen así sus cuerpos? Calvert vende su coche para conseguir el dinero y decide ir a buscarlos.
No tiene que ser fácil cargar sin ayuda y por medio país 45 kilos de material fotográfico pero el proyecto merece la pena. Calvert recorre miles de kilómetros, sube en muchos aviones, navega horas y horas, camina y camina por la selva hasta que logra atrapar con su cámara a las mujeres wayuu que pintan sus rostros con ulishii, una piedra arenosa que encuentran en el desierto y que muelen con agua; las niñas embera que adornan sus espaldas imitando al oso chaquetero; los cubeos que colorean a diario sus caras con carajuru para recolectar el maíz o a Marcela, una bellísima niña nukak mientras juega en la playa.
Todas estas fotografías estarán hasta septiembre en el Exploratorio del Museo del Oro de Bogotá. Yo las he visto esta mañana y de verdad son impresionantes.
Ya me armaste el plan de mañana. genial, gracias.
ResponderEliminar¿Y qué te pareció la exposición? ¿Pudiste ir al final?
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