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Barichara, bautizado como el "pueblo más lindo de Colombia", tiene muchos sitios que visitar pero yo me quedo con uno: la fábrica de papel de la Fundación San Lorenzo, un encantador rincón levantado en las antiguas instalaciones de la Compañía Colombiana de Tabaco en el que se guarda con amor, celo y dedicación todo el proceso artesanal de fabricación con fibras naturales.
Barichara, bautizado como el "pueblo más lindo de Colombia", tiene muchos sitios que visitar pero yo me quedo con uno: la fábrica de papel de la Fundación San Lorenzo, un encantador rincón levantado en las antiguas instalaciones de la Compañía Colombiana de Tabaco en el que se guarda con amor, celo y dedicación todo el proceso artesanal de fabricación con fibras naturales.
Nada más cruzar la pequeña y discreta puerta de entrada la fábrica me roba el corazón. Es temprano por la mañana y la luz juega revoltosa en el interior, regalándome un sorprendente juego de luces y sombras. El espacio es pequeño, para qué más, y está presidido por una enorme y antiquísima prensa de papel. Todo son detalles: las puertas y tuberías pintadas de azul, las florecitas de la pared, el suelo de barro, las cañas para secar el papel, las plantas de fique, los recipientes que guardan las cales, las mesas sobre las que se trabaja, los paños de algodón para separar los pliegos.
Amparo es una de las nueve mujeres que aquí trabajan junto a otros dos hombres. Me explica que el fique es mucho más duro que la piña por lo que una vez expulpado necesita reposar al menos tres meses en un recipiente con cal viva para que sus fibras se ablanden. Ambos, piña y fique, no se escapan de pasar por un proceso de hervido en ollas de cobre con lejía de cal y ceniza que las seguirá ablandando. Lavado, colado, golpeado con mazos de madera; otra vez lavado, colado, golpeado hasta conseguir una fibra suelta y fácilmente manejable. Y ya se pueden montar sobre marcos de aluminio los distintos pliegos que serán prensados para retirarles el agua antes de secarlos al sol, sin son blancos, y volver a ser prensados -en muchos casos durante meses- para conseguir un papel uniforme. Cuánto estoy aprendiendo aquí; qué maravilla. Amparo me cuenta además que para teñir el papel se utilizan tintes vegetales extraídos de verduras y árboles como la cebolla cabezona, el repollo, el eucalipto, el cedro, el achote. Los colores que se consiguen son preciosos.
Ya sabéis; si vais por Barichara no dejéis de visitar la fábrica donde hacen visitas guiadas y venden además artesanías realizadas en papel. Mientras tanto, aquí os dejo un vídeo muy interesante sobre este lugar; sólo tenéis que copiar el enlace de abajo, pegarlo en la ventana de búsqueda y listo. Espero que os guste. Encontraréis más fotos de la fábrica en facebook, en mi página Colombia de una.
https://www.facebook.com/photo.php?v=10150387713312141&set=vb.259388250771662&type=2&theater
Ya sabéis; si vais por Barichara no dejéis de visitar la fábrica donde hacen visitas guiadas y venden además artesanías realizadas en papel. Mientras tanto, aquí os dejo un vídeo muy interesante sobre este lugar; sólo tenéis que copiar el enlace de abajo, pegarlo en la ventana de búsqueda y listo. Espero que os guste. Encontraréis más fotos de la fábrica en facebook, en mi página Colombia de una.
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Lindo relato Toya. Puse el link y me dice que no está disponible. :(
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