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No hay día en que no piense en ella. Fue su gran amor de juventud pero un día Ofelia se marchó. Lleva treinta años esperándola y lo seguirá haciendo porque está seguro que algún día volverá. Uno cuando se enamora, me dice, tiene una canción y la mía es Relicario de besos, del maestro Rafael Orozco. Así es La Guajira y aquí el amor se vive a ritmo de vallenato.
Valledupar, localidad del departamento colombiano del Cesar, es famosa en medio mundo por su Festival de Leyenda Vallenata pero ¿tenías idea que en la vecina Guajira se celebran no uno sino 47 festivales dedicados a este género musical y que aquí han nacido muchos de los grandes maestros del vallenato como Diomedes Díaz, Rafael Orozco, Israel Romero, Chema Gómez, Leandro Díaz Bolañito, Franco Argüelles, Emiliano Zuleta y cientos más? Está claro que en esta tierra cualquiera te hace un verso y te toca el acordeón y no de cualquier manera no sino con mucho arte.
Hace un par de días regresé a Bogotá después de un viaje por la Baja Guajira invitada por el Fondo Nacional de Turismo, Fontur, junto a otros blogueros y periodistas en el que he terminado cayendo literalmente rendida a los pies del vallenato porque, vamos a ver una cosa, que me digan a mí quién es capaz de resistirse al evocador sonido del acordeón, ese que vino de Europa y entró a Colombia por el puerto de Riohacha a manos de contrabandistas alemanes; al de la guacharaca, tan peculiar y cuyo nombre se lo da un ave de monte cuyo canto es similar al sonido de este instrumento inventado por los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta y al de la caja, de origen africano. Yo definitivamente, no, y menos aún si me cantan cosas como eso que dice "ya no doblan las campanas que antes doblaban por ella, ahora es otra mi mañana, porque ahora por mi ventana entra la luz de otra estrella".
Pero es que además de sonar como los ángeles y cantarle al amor y al territorio a ritmo de paseo, merengue, puya y son, el vallenato se baila muy sabroso, "apechichao", como dicen aquí, muy juntos para poderse decir todo al oído. Aviso a románticos y románticas.
Dicen que La gota fría es el vallenato más oído de todos los tiempos; lo compuso Emiliano Zuleta en 1942 y la historia no tiene desperdicio. Rivalidades aparte esta tarde lo he vuelto a escuchar y después de este instructivo y atractivo viaje organizado por Fontur -que os recomiendo y mucho- ya soy capaz de ubicar en el mapa la Urumita que canta la canción, preciosa localidad guajira de la que os hablaré esta semana, y también Fonseca, Villanueva, Dibulla, Barrancas, San Juan, y La Junta, tierras de acordeonistas y poetas.
Os dejo con Relicario de besos, otro de los grandes vallenatos, y lo cuelgo en honor al secreto enamorado de Ofelia del que así me muera nunca desvelaré el nombre. Podéis seguirme en twitter @colombiadeuna y ver más fotos de éste y de otros viajes en mi Fan Page de Facebook.
Pero es que además de sonar como los ángeles y cantarle al amor y al territorio a ritmo de paseo, merengue, puya y son, el vallenato se baila muy sabroso, "apechichao", como dicen aquí, muy juntos para poderse decir todo al oído. Aviso a románticos y románticas.
Os dejo con Relicario de besos, otro de los grandes vallenatos, y lo cuelgo en honor al secreto enamorado de Ofelia del que así me muera nunca desvelaré el nombre. Podéis seguirme en twitter @colombiadeuna y ver más fotos de éste y de otros viajes en mi Fan Page de Facebook.
Excelente apreciacion y si existe mucho poeta suelto que hace vallenatos pero tambien existen sus descaches en canciones. gracias por mostrar lo bello de Colombia. si fuera parte de la UE ya este genero y con danzas se llevaria un eurovision
ResponderEliminarDeja al vallenato mejor fuera de la UE xq tal y como están las cosas por ahí!
EliminarGracias por tu mensaje y feliz día
Grande Toya, grande ! otro tema mas al cumulo que ya tienes, y...SIGUE,SIGUE .
ResponderEliminarGracias a ti siempre Alf y besos para ti y para tu preciosa nieta!
EliminarTe faltaba descubrir una de las facetas más interesantes de Colombia. Ese Vallenato, una vez se te mete en el corazón, ya no puedes sacarlo jamás-
ResponderEliminarPues definitivamente se me metió en el corazón...
EliminarNo he tenido la oportunidad de escuchar un grupo vallenato en vivo y en directo, pero imagino que debe ser "para poner los pelos de punta", igual de bonito y emocionante como escuchar una papayera.
ResponderEliminar¡Gracias Toya!
Gracias siempre a ti!!!
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