lunes, 19 de diciembre de 2011

El Rey del Despecho


En esto del amor los colombianos son únicos; hasta tienen un Rey del Despecho -el de la foto- que canta eso de "Yo nací­ para distraer el dolor, es que a mí me duele lo que hacen mal hecho, desde que un amor me pagó con traición". Me pregunto cuánto aguardiente se habrá bebido en Colombia a costa de este tipo y sus canciones. Mucho, imagino. Y es que con más de 6 millones de discos vendidos, Darío Gómez es toda una institución y de su vida, repleta de golpes y disgustos, han salido cerca de un millar de temas conocidos en toda Latinoamérica donde lo idolatran y adoran.

Al pobre Darío le ha pasado de todo. Al fallecimiento de su padre siguió el de su adorada hermana Rosángela que murió bien joven por un derrame cerebral y a la que dedicó "Ángel perdido", el que sería su primer éxito con más de 600.000 copias vendidas en seis meses. Luego desaparecería su amigo del alma. Pero lo peor llegaría con el asesinato en Medellín de su hija Luz Dary. A todas estas pérdidas, que no han sido pocas, se suman sus amores y desamores a los que Darío, además de llorar a lágrima viva, ha puesto letra y música para pasearlos por medio mundo incluido algún país nórdico donde sus fans enloquecen al escuchar eso de  "te quise mucho y me estabas matando, con desprecios que yo nunca he merecido, pues no hay derecho para amarte tanto, tu maldad me dejo el corazón muy resentido". Pobrecito.

Aquí os dejo su tema más famoso, "Nadie es eterno". La letra, la verdad, no tiene desperdicio.


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