viernes, 22 de julio de 2011

Angélica María, la melancolía y los indios con relleno de abstinencia

Joseph Beuys llegó a decir alguna vez que un buen artista tiene que ser un buen cocinero. Mi amiga Angélica María Zorrilla cumple a la perfección con los dos requisitos. Lo de cocinar le viene de familia. Con 5 años ya batía huevos y amasaba arepas en casa y en "Lasañitas", el restaurante que su madre, Liliana, tenía en Cali y que luego abriría en San Andrés y en Bogotá. De su bisabuela, que regentaba un hostal, guarda un libro de recetas que ha prometido enseñarme. La vena artística la ha heredado en parte de su abuelo materno, hijo de andaluz, poeta, pianista y fundador de la revista "Pétalos", y de su padre, publicista y dibujante.

Ayer, hablando de su trabajo artístico, me contó que durante seis años ha investigado sobre la melancolía para -dice- sobrevivir a ella. Y lo que ha descubierto es que este estado, que nada tiene que ver con la tristeza pero sí con la incapacidad para relacionarse, no es exclusivo de los humanos. Los osos panda, los hormigueros, el topo, el aguará guazú o el petirrojo europeo que ella dibuja sobre filtros de café también llegan a vivir aislados durante todo el año y sólo se relacionan en épocas de reproducción.

Pero dejemos a la Angélica artista y volvamos a la Ángelica cocinera que ayer nos preparó una deliciosa cena típica de su ciudad, Cali, y que compartimos con Catalina, Luz, Marina, Sara y Daniel. Ahí va el menú.

Sopa de tortilla en caldo de costilla de res. Las tortillas, para quienes no lo sepáis, están hechas de una masa de maíz blanco frita.

Indios con relleno de abstinencia. Hojas de repollo que envuelven un guiso de papa criolla con tomate, cebolla larga y cabezona, huevo duro y sazonado con tomillo, oréganos y ajos machacados con la piedra de río que Angélica María ha heredado de su mamá. Y es que en Cali, cada cocinera tiene que encontrar en el río Pance la piedra que le servirá para machacar el ajo, la carne y los plátanos. Linda historia.

Aborrajados de maduro. Tajadas de plátano maduro fritas y rellenas de queso y cubiertas con huevo, harina, sal y pimienta.

Masitas de arracacha, yuca y papa guata.

¿Para chuparse los dedos verdad? Pues sí y todo gracias a Ángelica que pone tanto amor en todo lo que hace.

Aquí podéis ver todo su trabajo www.angelicamariazorrila.com

2 comentarios:

  1. Cuando comencé a leerte pensé, "puede ser divertido" pero lo que no sabia era que fuera a ser también culturizante, Gracias por tan interesantes artículos.

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    1. Qué bien que te haya gustado y mi blog y te haya servido para enterarte de nuevas cosas. Ojalá me sigas leyendo!

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