viernes, 1 de junio de 2012

Cómo sobrevivir a un vuelo transoceánico sin morir en el intento

Desde anoche estoy más feliz que una perdiz con mi familia en Murcia pero llegar desde Bogotá hasta aquí no es ningún camino de rosas por lo que ahí van algunos de mis trucos para hacer el viaje entre nubes más llevadero.

Lo primero es reservar el asiento en la web. Las compañías no te dejan hacerlo hasta 24 o 48 horas  antes de la salida así que hay que estar muy pendiente. Yo he tenido la inmesa suerte de que mi amigo Jorge -que tiene un master en esto de compañías aéreas de todo lo que ha viajado- se ha encargado de hacerlo por mí, consiguiéndome una butaca en salida de emergencia y además en la parte de delante del avión por lo que he volado como una marquesa, con las piernas bien estiraditas y durmiendo todo el camino a lo que ha ayudado claro la botellita de vino que me he pedido para la cena. Resultado: he llegado mucho menos cansada que otros viajes.

Yo siempre pido comida vegetariana y no es que no coma carne sino que la que dan en el avión parece prefabricada y además no sabe a nada. Pero lo que no he tenido en cuenta es que los de Iberia deben pensar que los vegetarianos sólo comen alfafa así que en este vuelo me han servido un mísero plato con dos trozos de calabacín y un poco de espinacas. Resultado: casi me muero de hambre mientras veo deborar un suculento plato de pasta a la que va a mi lado.

El avión parece un congelador así que mejor ir bien abrigado si no quieres morir petrificado y ojo con viajar con ropa oscura porque las mantas -por lo menos las de Iberia- sueltan unas pelufas horribles que se te quedan como bichos pegadas. Las pantallas que hay por todo el avión y que te dicen cuánto falta, a cuántos metros de altitud estamos, a qué velocidad vamos y no sé cuántas cosas más me ponen de los nervios; para viajar tranquila mejor ni mirarlas.

Si no tienes ganas de hablar y te toca algún pesado o pesada a tu lado lo mejor es hacer lo que hacía mi abuelo, que en paz descanse, cuando viajaba: Buenos días, me llamo Luis de Velasco, soy médico, vivo en Valencia, tengo cinco hijos y ningunas ganas de hablar y muchas de leer. Y así el tema quedaba zanjado. Y si no tienes mucha prisa ¿por qué no enrolarte en un mega yate y cruzar a vela el Atlántico?

Bromas aparte, y tú, ¿cómo sobrevives a un viaje transoceánico sin morir en el intento?








6 comentarios:

  1. Yo siempre prefiero ventanilla, y llevo ropa fresco mas una chaqueta xq en la madrugada hace mucho frio. Ademas siempre viajo con Avianca que a mi gusto es mucho mejor que Iberia, pero bueno esos son gustos personales.

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    1. Yo siempro pido también ventanilla porque si no apoyo la cabeza no duermo. A mí también me gusta mucho más Avianca pero ultimamente los billetes son mucho más caros. ¡Gracias por tu mensaje!

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    2. No he viajado nunca con Avianca :( y es por eso que mencionas Toya, los billetes son como poco 100€ más caros, además, comprar desde aquí es toda una odisea, no tienen una página web en condiciones como la de Iberia por ejemplo, en la que contrastar fechas, precios, itinerarios de vuelo... y ni que decir de la forma de pago, en metálico en la oficina de Madrid, o llevando hasta allí la tarjeta de crédito (también vale enviarla por fax) o una transferencia... ¡¡un lío!!. Con lo cómodo que es hacer la compra vía web.

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  2. jajajajajajaja, muy buena la entrada :)

    Son un suplicio esos viajes de tantas horas dentro de aviones pensados para los beneficios de la empresa y no para la comodidad de los viajeros.

    Nos suele pasar que cuando viajamos por tierra en Colombia, en el transporte, la flota, tenemos más espacio para estirar las piernas que en el avión. Y afortunadamente porque los viajes por tierra en Colombia también tienen lo suyo, suelen ser muchas horas para recorrer pocos kilómetros.

    Bueno, que me desvío del tema. Lo de reservar el asiento ¡¡por su puesto!!, es toda una ventaja.

    Que gracia me hizo lo de la comida vegetariana, de todo se aprende Toya. Como a mi me suele dar bastante hambre no le pongo muchos peros a la comida, pero si es cierto que hasta no hace mucho me sentaba muy mal, estaba por lo menos dos días con el estómago revuelto.

    En cuanto al abrigo, algunas veces me sobra y otras me falta, eso me trae de cabeza.

    Y por el compañero de asiento no tengo ningún problema ;)

    En definitiva, creo que lo que hace que pueda sobrevivir en un viaje transoceánico son las ganas que tengo de ver a unos y a otros, a los de allí o los de aquí, según sea el destino.

    Besos Toya.

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  3. Por un lado no viajo en Iberia porque es fatal! Si Avianca está muy caro, prefiero Air France que es una maravilla, un poco más barato y siempre se puede hacer una escala por París antes de llegar a España, además, ya en París, los vuelos hacia casi cualquier ciudad de España son baratos. En el vuelo, prefiero ventanilla para no tener que levantarme cada vez que el compañero de al lado quiere ir al baño o estirar sus piernas, prefierlo leer y ver pelis y así mato el tiempo. De Bogotá hacia Europa hay que dormir todo el tiempo que se pueda, pero en el viaje de vuelta por el contrario hay que evitar dormir para tratar de empatar un poco el horario y al llegar no sufrir tanto con las horas de diferencia. En todo caso Toya, disfruta que ahora lo de menos es la travesía para llegar a tu casa en Murcia, lo de más, es estar con los que amas y que hace tiempo no veías. Un abrazo!

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  4. jajja, que novelón!!! para tu mis epoca estaba haciendo mi viaje de regreso a Colombia, para que veas cómo se divierte un periodista gastronómico colombiano rompe huevos!!! http://www.franjibagastroculinary.com/#!/2012/06/con-el-ojo-gastronomico-en-el-aire.html

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