domingo, 29 de enero de 2012

Actriz por un día

Más o menos esta pinta tenía yo con los rulos que me colocaron el otro día en mi sufrida cabecita y no, no fue en una peluquería -negocio que, por cierto, suelo pisar de uvas a peras -sino en los estudios de RCN. ¿Y qué hacía yo deprimiéndome a esas horas de la mañana entre esculturales presentadoras de dos metros de altura, rubias melenas y piernas de infarto? Ahí va la historia.

Para la novela que va a protagonizar, y que produce Guillermo Restrepo, mi amigo Rafa Taibo, del que os he hablado en este blog, necesita una esposa española que le acompañe en todas sus trampas y fechorías y pensó en mí. Y yo, ni corta ni perezosa, me presenté el viernes pasado a las pruebas de casting para el papel. Fue toda una locura porque yo actuar no he actuado ni en el colegio, pero para mí la vida es experiencia y un continuo aprendizaje así que fui a por todas.

Adriana, la maquilladora -a la que desde aquí mando un montón de besos y felicito por su excelente trabajo- consiguió como por arte de magia transformarme en una autentica maruja, dícese en España de la mujer dedicada exclusivamente al trabajo del hogar, sin inquietudes culturales, sociales ni de otro tipo. Cuando me miré al espejo no me lo podía creer: el pelo todo cardado -entre la Reina Sofía Margaret Thatcher- y pintada como un loro ¡Yo que no me maquillo casi nunca! Eso sí, los ojos me los dejó bien bonitos, así que a ver si espabilo y me apunto pronto a un curso de maquillaje. La gracia la terminó de hacer el vestidito gris todo mono y lleno de flequitos que me colocaron, los taconazos con hebilla incluida y un collarcito de perlas que haría las delicias de cualquier mujer.

Pues con esta pinta -y dejando la vergüenza y los nervios no sé ni dónde- me planté en el estudio de grabación, y delante de todo el personal, con dos o tres bichos de esos grabándome, me metí por unos minutos en el papel de una actriz española que llega a Colombia acompañada de su marido para hacerse pasar por los padres "aristócratas" de una jovencita. ¡Madre mía! Esto de la improvisación no es nada fácil y con acento andaluz, peor que peor. Pero, como dicen en mi tierra, le eché morro y disfruté sintiéndome toda una actriz por un día. El papel no tengo ni la más remota posibilidad de que me lo den, pero pasarlo hay que ver lo bien que me lo pasé. 

8 comentarios:

  1. Bueno, pero no está mal. Y con el pose le da un toque genuino.

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    1. No, no está nada mal. La experiencia fue divina. ¡Aclaro! La de la foto no soy yo...
      Saludos

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    2. ¡Ah! Verdad. Gracias por la aclaración.

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  2. GENIAL , TOYA ! Sigue intentando cosas raras , se divierte uno.! Buena esa!
    No olvides las famosas FRUNAS!

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    1. Prometo seguir intentado "cosas raras". Las frunas ya las probé.... En breve escribiré sobre ellas
      Saludos

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  3. Ostia Toya!! eres tu???? impresionante transformación!!!! bsos

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  4. pensaba que eras tu, me alegro d que te lo pases tambien, y en cuanto a las fruna yo era una loca de ellas, aunque aqui hay unos que se parecen, los sugus verdad? saludos

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